¿Qué hacer con un gato cuando nos vamos de vacaciones?
Tanto si eres dueño de un gato o has pensado en adoptar a uno, uno de los dilemas más importantes es saber qué hacer cuando tienes que irte de vacaciones. ¿Estás feliz por viajar pero te sientes culpable porque vas a "abandonar" a tu mascota? Te entendemos perfectamente pero puedes hacerlo sin problemas. Lo único es que tienes que tener en cuenta lo que te vamos a explicar a continuación:
¿Un gato puede cuidarse solo?
El gato es un animal muy dependiente aunque parezca todo lo contrario. Cualquier gato, por muy arisco que sea, necesita la atención y el cuidado de alguien. Por lo tanto, aquellos que piensan que con solo dejar la cantidad de comida y agua durante los días de ausencia es suficiente están totalmente equivocados. ¡Es un error gravísimo!
El gato necesita que alguien juegue con él, que le preste atención, que le limpie el arenero cada día. Por lo tanto, te tiene que quedar claro que si está más de 1 día solo, lo va a pasar mal y no queremos que nuestra querida mascota pase por
El mejor sitio para dejar a tu peludo durante las vacaciones
El mejor sitio lógicamente es su casa. Es la primera y la opción más recomendada por los expertos felinos para reducir su ansiedad. Los mininos son animales muy susceptibles a los cambios, y dejarlos en otro lugar desconocido es una experiencia traumática para ellos.
¿Y quién debería venir a cuidarlo mientras no estoy? La opción perfecta sería que pudiera venir alguien que tu gato ya conozca como puede ser un familiar o un amigo cercano. Esto reduciría su estrés y viviría tu ausencia de una forma más llevadera.
Además le tienes que informar qué es lo que más le gusta y las particulares que tiene tu minino como por ejemplo, qué juegos le gustan o dónde le encanta que le acaricien.
Lo que tiene que hacer la persona encargada de cuidar a tu mascota
Lo ideal sería que la persona pudiera hacer vida allí pero como esto resulta prácticamente imposible, el cuidador debe de visitar a tu felino como mínimo 1-2 horas diarias y realizar las siguientes tareas:
-Limpiar el arenero: Es esencial mantener la caja de arena impoluta. Los gatos son muy meticulosos en este aspecto y necesitan una zona limpia para hacer sus necesidades.
-Rellenar la comida y renovar el agua: Es necesario que su nuevo cuidador se asegure de que el animal coma y beba como de costumbre y las mismas cantidades. Si el agua es tipo fuente será mejor para él ya que si la ve en constante movimiento, sentirá que está limpia y no parará de beber.
-Jugar con él: Los michis necesitan su dosis de juego diario de unos 30 minutos para sentirse activos y felices.
-Darle caricias y mimos: La interacción con los humanos es vital para maximizar su bienestar y cubrir sus necesidades sociales.
¿El gato lo va a pasar mal?
La no presencia de su dueño es algo que inevitablemente va a notar y va a extrañar. El vínculo que hay entre tu mascota y tú es especial y en este momento tocará ser fuertes para ambas partes.
Eso sí, si haces caso a todas las recomendaciones que te hemos dado mientras estás de vacaciones, el gato estará bien y tu podrás estar más tranquilo.
Hoteles y residencias par a gatos (opción secundaria)
Esta sería la última opción pero a veces no queda otra alternativa. Para los gatos tímidos y poco interactivos no recomendamos llevarlos a otro sitio que no sea su casa. En cambio, para los felinos más sociales y extrovertidos, puede llegar a ser incluso beneficioso para ellos ya que conocerán a otros gatos y descubrirán nuevas formas de interactuar.
Si finalmente optas por llevar a tu mascota a una residencia, asegúrate de que los cuidados que ofrecen sean los más adecuados como la atención permanente, el juego constante con ellos y que te mantengan informado en todo momento.
En algunas ocasiones, cuando regreses de tus vacaciones es posible que notes que tu gato esté "enfadado contigo" no haciéndote caso o llamando tu atención escondiendo cosas o haciendo pis donde no toca.
No te preocupes, ten paciencia y dale todos los mimos posible. Se le pasará en 1 o 2 días con una buena dosis de achuchones y caricias.